Comunidad Yo Mayor

En este blog encuentras los escritos realizados por las personas mayores (de diversas regiones de Colombia y del exterior), quienes cursaron la Escuela Virtual de Historias en Yo Mayor y, luego, entraron a la Comunidad Virtual, que se reúne en grupos de tertulia desde 2022.

En este espacio puedes comentar los cuentos, poemas, reseñas, crónicas y demás trabajos realizados. Te invitamos a que las opiniones, los debates y los compartires se den en el marco del respeto y buscando promover el diálogo constructivo.

 

Los textos, las imágenes y las opiniones que se encuentran publicadas en este blog son de los autores que hacen parte de la Comunidad Virtual.

Quieres contar tu historia

Historias compartidas

Cárceles invisibles: prisioneros de nosotros mismos

Por Yadira Cristancho Era una tarde gris, de las que se viven en estos días en Bogotá, En la calle la gente corría cuando aparecieron los amagos de lluvia. Sin embargo Adrián caminaba lentamente por las calles de la ciudad, con las manos metidas en

Teresa borrosa

Por Sergio Mendoza Echeverría «Primero vinieron por los socialistas,y yo no dije nada, porque yo no era socialista.Luego vinieron por los sindicalistas,y yo no dije nada, porque yo no era sindicalista.Luego vinieron por los judíos,y yo no dije nada, porque yo no era judío.Luego vinieron

Lo que somos… solo lo que somos

Por Claudia Ávila Vargas. —¿Me prestas tus tijeras? —preguntó Claudia, frotándose el cuello con una mueca de incomodidad. —Claro, dime qué necesitas y te ayudo —respondí, mirándola con curiosidad. Claudia suspiró mientras se frotaba el cuello, moviendo la cabeza de un lado a otro. —Es

Los alfileres

Por Jacqueline Benavides Delgado. El párroco de la iglesia de San Antonio barría todos los días su parroquia y encontraba algunos alfileres. Este hecho le causaba mucha curiosidad.  Los alfileres se distribuían alrededor de la estatua de San Antonio que se encontraba en el ala

La mejor testigo

Por Alberto de la Espriella Me lleva casi siempre pegada a su corazón. Cuando no, a su glúteo izquierdo. Y voy con él a todas partes. Sé cuánto tiene y cuánto debe. Enfundada en el traje de cuero de cabritilla que él me compró hace

Casi te Pierdo

Por Patricia Cáceres. Cuando llegaron a contarme de tu accidente, salí corriendo. Por mi cabeza únicamente pasaba una idea: “Dios, que esté vivo… Dios, que esté vivo”. Mi mente repasó nuestra historia de amor. Yo una niña tímida, sobreprotegida, nunca había tenido un novio en

El aplauso de Sergio

Por Bielsa Montaño de Ramírez. Sergio, el tutor, el maestro, el director de orquesta dentro de una organización que aporta bienestar a los adultos mayores y vincula a las personas interesadas en la lectura y escritura de sus propios textos, él lee los escritos que

Los gustos de Dios

Por Gladys Teresa López González. Mientras arreglaba la casa, contempló el jarrón con las flores ya marchitas, que días atrás le había regalado Nury, la novicia, en agradecimiento por haberla hospedado en su casa de la ciudad, para realizar diligencias en la curia para su

21 Ángeles - Despedida

Por Jairo I. Salgado P. Han transcurrido un poco más de 36 horas y se acerca la hora de decir adiós a los niños víctimas de este absurdo accidente. El tráfico vehicular es un verdadero caos en inmediaciones al colegio, sitio escogido por las familias

Cuento: Los gitanos a seis manos

Por Lucila Pinzón, Nelly Quiroz, Martha Lucía Cardona, Taitianna Roa, Liliana Giraldo G. y Bielsa Montaño. . 1. Encuentro con la Naturaleza Por Lucila Pinzón Salí de la ciudad con el objetivo de descansar, relajarme y, ¿por qué no?, encontrarme con alguna nueva historia para

Alucinaciones

Por C. Eduardo Cervantes V. Le habían dicho que todo lo que había a su alrededor le pertenecía, por eso salió a recorrer sus predios. A lo lejos divisó una pequeña laguna y decidió caminar hacia ella; sus aguas azules parecían unirse con el cielo.

Dos mundos posibles

Por Samuel Gutiérrez. Juan faenaba en su bote de pesca cuando divisó una ballena que emergía y se hundía de nuevo. Por sus características, tamaño y lentitud, se imaginó, que era la mitológica ballena de Jonás. Se lo creyó. Sin miedo se tiró al agua

El compañero fiel

Por Gladys Molano Beltrán. Nací en Bogotá, mi madre se llamaba Laika; cuando ya habíamos cumplido la mayoría de edad, los amos de ella decidieron que no podían mantener tantos cachorros y comenzaron a ofrecernos a sus familiares, vecinos y amigos. Yo quería ir a

El campo de los arrullos

Por Josefina Betancur – Josefincuentosinfin. Don Marcos se frotó el sudor que había almacenado en el rostro durante su trabajo en la finca la Isabela de la vereda potrerito y llamó despacio a su hija como quien cuenta un cuento con intriga: ─Evangelina, venga pues,

Juana, la lora

Por Néstor Raúl Franco Vásquez Juana, o Juanita, es el único animal que merece tener nombre de mujer y de ser tratada como un ser humano, y además se le abone con amor y cariño el diminutivo. Ella, la muy simpática, llegó en la época

Un nombre para olvidar

Por Ileana Hernández Grillet. Yo recuerdo que en mi casa siempre oí que me llamaran Nena. Había nacido después de cuatro hermanos varones y con una diferencia de edad con más de cinco años con el hermano que me precedía. Creí que ese era mi

Sin dormir

Por Luz Marina Correa. En busca de trabajo en otra ciudad, María se hospedó en casa de una recomendada. Fue bien recibida por la dueña, le mostró el cuarto donde pasaría la noche, el baño y la cocina. La estadía sería corta, pues sólo la

Zurdo

Por Daniel Baeza. Crecimos en el mismo barrio, separados por tan solo una calle y diferentes toques de la suerte. Cuando estábamos a punto de finalizar la primaria, don Arquímedes, uno de los vecinos mayores, tuvo la idea feliz de formar un equipo de fútbol

El fantasma de la otra orilla

Por Luisa Cheya Fajardo. Hace muchos años compramos una finca ubicada en un caserío llamado Las Bocas de Río Chiquito, en el Estado Monagas, Venezuela. Era una vasta extensión que abarcaba más de doscientas hectáreas. La compra incluía la bienhechuría de una casa inconclusa, donde

El monstruo de la cañada

Por: Alberto Suárez Villamizar. Al enterarse de que nuestra llegada tarde a casa se debía a que habíamos estado jugando en la cancha “El Remanso”, nuestros padres preocupados por la demora, luego de darnos la respectiva reprimenda, nos decían que nos exponíamos al ataque de

El tiple soñador

Por Bellatrix (Beatriz Betancur). Habitar el campo en compañía de un instrumento musical, es sumergirse en recuerdos de infancia, ver el atardecer, la hierba fresca, la tierra húmeda, se siente un abrazo que irradia energía, luz, paz y tranquilidad; escuchando los ritmos colombianos a través

Organizan

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