Comunidad Yo Mayor

En este blog encuentras los escritos realizados por las personas mayores (de diversas regiones de Colombia y del exterior), quienes cursaron la Escuela Virtual de Historias en Yo Mayor y, luego, entraron a la Comunidad Virtual, que se reúne en grupos de tertulia desde 2022.

En este espacio puedes comentar los cuentos, poemas, reseñas, crónicas y demás trabajos realizados. Te invitamos a que las opiniones, los debates y los compartires se den en el marco del respeto y buscando promover el diálogo constructivo.

 

Los textos, las imágenes y las opiniones que se encuentran publicadas en este blog son de los autores que hacen parte de la Comunidad Virtual.

Quieres contar tu historia

Historias compartidas

Hay días en que somos tan lúgubres…

Por: María Eugenia Caicedo. Amanece, salgo al balcón en un gesto cotidiano y me recibe, como siempre y como hace cinco años, la misma bocanada de aire fresco. Estoy inquieta sin saber por qué. Llegan poco a poco, en busca del néctar de las flores,

El eco de Ortiz

Elisa Carrero. Relato inspirado en Casas muertas, de Miguel Otero Silva Diez años habían pasado desde que la fiebre palúdica barrió a Ortiz. No solo se llevó a su gente; también arrancó de raíz el latido mismo del pueblo. Lo que quedaba era un esqueleto

APRENDIMOS A LEER Y A ESCRIBIR...

Sandra Ximena Rubio Lobo. El recuerdo más remoto que tengo de mi primer acercamiento con la lectura y la escritura me ubica al lado de mi hermano mellizo, acurrucados en el piso y haciendo las planas que mi madre nos ponía en un cuaderno de

¿Cómo vivir con esa culpa?

Por Gladys Navarrete Sicacha Samuel y Leo salieron del colegio con sonrisas en sus rostros felices de haber terminado la jornada escolar. La libertad y el sol de la tarde los acariciaba mientras caminaban hacia sus casas, listos para disfrutar del resto del día. Mientras

Pasión venenosa.

Luis Fernando Estrada Valencia Nidya siempre creyó que el amor era un campo de batalla, que, si no luchaba o peleaba a todo momento, entonces no era verdadero. Por otro lado, Andrés, su esposo, ya estaba cansado y aburrido de esa relación. Tanta discusión porque

BRAMANTE.

Rosemary León Buitrago. Fue una frenada en seco.  De la nada había aparecido corriendo frente a su camión sin darle tiempo de respuesta. El latigazo en su cuello irradiado a los brazos mientras el pulso galopaba, crearon una atmósfera que neutralizó en su mente los

EL CUENTO VACÍO

Ágora de Escritores. Había una vez un cuento descontento. ¿Por qué estaba descontento? Porque estaba vacío. No tenía nada, ni hadas, ni duendes, ni dragones, ni brujas, ni siquiera tenía un lobo o un enano. Los otros cuentos eran muy famosos. Algunos como Pinocho y

ALAMBRITO 

Por José Heraclio Ramírez.  No sé qué pasa. Después de estar acompañado de tres de mi igual, una corriente cálida, que para mí no es extraña, me obliga a salir, o más bien me expulsa de donde estaba muy cómodo. Me recibe un lengüetazo seguido

Sentí mi muerte

Por Minnie García. Solo me quedas tú, mi bien amado,para calmar mi corazón doliente.¡Qué gran consuelo tenerte aprisionadojunto a mi silencio, mi adorado! Y que, en la hora fatal de la amargura,en esa hora triste, en esa hora dura,deposites un beso aquí en mi frente.

Un viaje ambiguo

Por: Astrid Sarmiento Paniagua Hoy es un día especial para los viajeros que están listos para zarpar. Librarán la batalla por la vida y se enfrentarán a dos realidades: la necesidad vs. el deseo. El código PC002 aparece en la pantalla y el integrante con

LOS CISNES

Por Yolanda Camacho de Ordóñez. 1999, fin de siglo. Desde un rinconcito de nuestro planeta se cierne la tristeza en el interior de una hermosa familia. El robusto progenitor, considerado por todos como aquel roble de sólidas raíces y firmes ramas dispuestas a brindar cobijo

Un viaje que prometía ser feliz, pero…

Por Jeannet Vásquez Ramírez. Era la madrugada del 30 de marzo de 2010 cuando la familia de mi hermano, compuesta por su compañera, la hija y mi mamá, emprendió un viaje desde Bogotá con destino al Corralito de Piedra, Cartagena. Era el viaje que habían

No te voy a olvidar

Por María Victoria Bermúdez Lozano. Un día cualquiera del caluroso agosto de 2011, María recibió un escueto mensaje que decía:    ¿Eres la niña que pasaba vacaciones en Tunja?  Ella de inmediato identificó al remitente y sonriendo emocionada dijo en voz baja como si él

Algún día dormiré

Por Aura Encinales Ardila. —Si esta va a ser tu última noche, quiero pasarla a tu lado… — susurró Eva, poniendo suavemente su mano en la cabeza de Luna. Había sido un día para el olvido. La cita urgente en el bufete de abogados, donde

EL TODERO

Por Martha Cecilia Díaz. ¡Fue una hermosa boda! «¡Feliz viaje, diviértanse!», decían los invitados, dándoles un adiós con la mano a los novios y expresándoles muchas muestras de cariño. Los recién casados, llenos de dicha, iniciaron su viaje de luna de miel con maletas repletas

Dirección: La calle

Por Gloria Zuluaga. Nació en medio del consumo; su madre lo hacía desde hacía tanto tiempo que ya ni se acordaba. Y no es que ella hubiera querido una hija, solo llegó, porque no tenía el control de su vida, ni de su cuerpo, ni

Lo demás es loma

Por Mireya Marmolejo M. Desde noviembre se iniciaba en la casa la preparación para el tiempo de fin de año, era una oportunidad para hacer muchas actividades que se cruzaban en casa y con las del colegio. De modo que, teníamos tanta motivación para un

La recolectora de uvas

Por María Obdulia Fula Iriarte. He pasado a la inmortalidad, como me lo prometió Leonardo hace más de quinientos años. Él fue como mi dios, mi creador. Fuimos pocos, pero hechos con calma, con sutiles detalles, para que el resto de la humanidad se rompiera

Cárceles invisibles: prisioneros de nosotros mismos

Por Yadira Cristancho Era una tarde gris, de las que se viven en estos días en Bogotá, En la calle la gente corría cuando aparecieron los amagos de lluvia. Sin embargo Adrián caminaba lentamente por las calles de la ciudad, con las manos metidas en

Teresa borrosa

Por Sergio Mendoza Echeverría «Primero vinieron por los socialistas,y yo no dije nada, porque yo no era socialista.Luego vinieron por los sindicalistas,y yo no dije nada, porque yo no era sindicalista.Luego vinieron por los judíos,y yo no dije nada, porque yo no era judío.Luego vinieron

Lo que somos… solo lo que somos

Por Claudia Ávila Vargas. —¿Me prestas tus tijeras? —preguntó Claudia, frotándose el cuello con una mueca de incomodidad. —Claro, dime qué necesitas y te ayudo —respondí, mirándola con curiosidad. Claudia suspiró mientras se frotaba el cuello, moviendo la cabeza de un lado a otro. —Es

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