Por Ofelia Arévalo Ariza
Viajeros incansables,
mujeres y hombres de mil razas
cruzaron nuestra tierra
y te legaron
su casta, sus sueños y su fuerza.
Pieles
mestizas, blancas o zambas,
mirada
con altivez de cóndor y dulzura de barranquero;
labios de café maduro;
chapolera,
mujer símbolo
en el trasegar del tiempo.
Abuelas
matronas del pasado,
Jóvenes
madres o ejecutivas del presente
todas….
cultivando futuros
y gestando
estirpes de nobles ciudadanos.
Sí… así eres tú…
mujer de cordilleras, valles, laderas, y quebradas.
Fundadora de pueblos,
luchadora de surcos, cafetales, oficinas,
hogares y rosarios ….
Quindiana, mujer del alma,
Mujer de siempre