Por Liliana Giraldo.
Dedicado a mi Padre Efraín Giraldo Obando, conocido como “Zuro”. Escrito el 27 de Septiembre del 2020; después de su fallecimiento el día 15 de Agosto del 2020.
Aquellos compañeros de toda tu vida; los libros.
Aquellos que guardaron tus íntimos amores y anhelos.
Los más fieles que llegaron hasta el final y que acompañaron tu último suspiro; se llevan tu último latir, tu último murmullo y tu último pensamiento.
En ellos quedan tus huellas.
En ellos quedan tus sueños.
Fueron tus amigos inspiradores y amigos de batallas.
Los recibo como mis nuevos hijos; tus nietos.
Los recibo para cuidarlos y para que cumplan un buen fin.
Los abrazo desde mi corazón y les agradezco que hayan guiado tu alma a su destino.
Eternos cómplices y maestros. Siempre fueron tu orgullo; algunos se fueron antes sin tu consentimiento dejando su huella en tú prodigiosa memoria.
Estos, los últimos son tú último regalo en silencio para mí. Recuerdo que era el obsequio cada vez que nos veíamos y me enseñaste a amarlos, valorarlos, disfrutar el aroma, discutirlos juntos y obviamente a viajar entre sus letras a tantos mundos e ideas.
Son tu huella y tu suspiro; gracias.
Imagen tomada del perfil de Facebook de la Secretaría de Cultura del Valle del Cauca.